La moneda Bionik, rinde un merecido tributo a cómo la evolución en el mundo natural actúa como prototipo de la tecnología. La presión evolutiva obliga a los organismos vivos a volverse altamente optimizados y eficientes. Un buen ejemplo es la naturaleza hidrofugante de la flor de loto y de la piel de tiburón, un fenómeno fundamental en el desarrollo de la pintura. Del mismo modo, el caparazón con cámara del nautilus ha influido en el diseño arquitectónico y la mecánica del vuelo de las aves, ha inspirado la aviación. Los cuatro ejemplos aparecen en el anverso de la moneda. El reverso se centra en el uso de la biónica en la arquitectura. Un radiolario, el plancton que inspiró al arquitecto modernista español Antoni Gaudí, se representa en primer plano, mientras que el fondo del reverso muestra una vista interior del Estadio Olímpico de Múnich, cuyo techo se basó en hallazgos de la biónica. La moneda ha sido emitida en 65.000 ejemplares. Composición: Nb 998/Ag 900. Peso: 15,5gr. (6.5gr. Niobio/9gr. Plata). Diámetro: 34mm. Moneda encapsulada, en estuche original con certificado y cartón exterior.