Estos tribunales son instituciones jurídicas consuetudinarias, que se encargan de gestionar el agua para el riego en la agricultura. Sus orígenes se remontan a la época de Al Ándalus, entre los siglos IX y XIII. En el sello se recoge una imagen del Tribunal de Aguas de Valencia, en la que se ve a los síndicos, sentados en los sillones asignados a cada una de sus acequias, junto con el Alguacil del Tribunal, reunidos en la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia, donde todos los jueves a las 12 de la mañana, se reúnen para discutir sobre el derecho de las aguas en la huerta valenciana.